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La preferencia por el códice, frente al rollo, como peculiaridad del primitivo cristianismo

Los especialistas han destacado que uno de los datos más peculiares del cristianismo primitivo, ya desde el siglo II, consiste en la preferencia en sus manuscritos por el formato códice, en lugar del formato rollo, que era entonces el habitual para las obras literarias y para los escritos sagrados.

 Larry W. Hurtado ha efectuado un estudio cuantitativo sobre los primitivos formatos de libro en los primeros siglos de nuestra era. De sus datos se deriva sin duda alguna que es un dato objetivo demostrado la preferencia del cristianismo primitivo por el códice Mientras los manuscritos no cristianos en su gran mayoría utilizan el formato rollo, en el caso de los manuscritos cristianos en un porcentaje abrumador se emplea el formato códice. Esta preferencia contrasta con los gustos de la época en relación con el formato del libro, lo que exige una explicación.

En los ambientes no cristianos, durante los primeros siglos el formato códice solía utilizarse para copiar materiales que eran consultados como documentos de auxiliares de referencia, pero no como textos literarios. Los pocos códices no cristianos con textos literarios solían destinarse al estudio personal. En los ambientes no cristianos (tanto judíos como paganos) la escritura sagrada se hacía en rollos. En cambio, los cristianos utilizaron el códice particularmente para los textos considerados escritura, ello tanto los del Antiguo Testamento como de los que luego integraron el Nuevo Testamento. De este modo, la peculiaridad cristiana en la utilización del códice (frente al rollo) en los primeros siglos es todavía más notable. Como afirma Larry W. Hurtado, «teniendo en cuenta la evidente estimación del rollo como formato del libro para las obras literarias y para textos sagrados en el siglo II d.C., el uso cristiano del códice habría llamado la atención«, por lo que «ni los propios cristianos ni el público en general dejarían de percibir que esta clara predilección por el formato del códice los distinguía».

¿Porqué esta preferencia cristiana por el formato códice, en lugar del formato rollo? Son varias las teorías que se han formulado, las cuales vamos ahora a resumir:

 A.- La hipótesis de las ventajas prácticas del códice.

Un primer grupo de teorías destacan las ventajas practicas del formato códice. Así, se dice que éste sería menos costoso que el rollo, ya que se aprovechan las dos caras del papiro. Sin embargo la idea del ahorro en el coste derivado de una mejor utilización del papiro como causa de la elección no se compadece con otras características de los códices cristianos: en ellos la letra no suele ser demasiado pequeña, los espacios entre líneas son grandes y la separación de los márgenes también. Si se hubiera pasado al códice sólo para aprovechar más el papiro, no se hubiera luego dejado tanto espacio en blanco.

Además, es también discutible que trabajar con el formato códice fuera de por sí y de forma automática más barato que trabajar en formato rollo. En efecto, el códice exigía un trabajo adicional que no tenía el rollo. Para hacer un códice, comprado el papiro, luego había que cortarlo para después pegar los distintos cuadernillos. Ello exigía una serie de habilidades especiales adicionales que implicarían un gasto extra, lo que no se no daba en el formato rollo.

Se habla también como ventaja práctica del códice respecto al rollo la de la mayor facilidad a la hora de consultar un pasaje. Sin embargo ello no es tan evidente, puesto que al no existir las divisiones de capítulos y versículos (que fue posterior) y utilizarse la escritura continua (sin espacios entre palabras) tampoco era nada fácil en los códices localizar un pasaje en concreto.

Otros han alegado que el principal atractivo estaría en la capacidad del códice para acoger mayor cantidad de texto. Pero esto también es puesto en duda. Por un lado, ya hemos visto cómo parece que no había un interés muy grande en aprovechar el espacio (letra grande, espaciado de las líneas, márgenes). Y de otro lado, un rollo para un texto muy extenso tampoco daba lugar a un cilindro excesivamente grande (un rollo de 20 metros se convertiría en un cilindro de un volumen como el de una botella de 2 litros).

Por  último, dentro de este primer grupo de teorías relativas a las ventajas prácticas, se ha hablado también de que el códice fue adoptado por los cristianos porque era más fácil de transportar que los rollos. Pero muchos de los códices cristianos de los primeros siglos conservados son relativamente grandes, y no parece que estuvieran preparados para su transporte, sino que con toda seguridad se usarían por cristianos con residencia fija.

B.- Explicación socioeconómica.

Un segundo grupo de teorías  insisten en que la predilección por el códice se explicaría en que los grupos cristianos procederían de estratos con un limitado nivel educativo. Estos grupos estarían acostumbrados en su vida social a emplear cuadernos en formato de códice, ya que el formato rollo se utilizaba con fines más literarios por las élites.

 Sin embargo, esta hipótesis es también muy dudosa. Las comunidades cristianas estaban ubicadas en general en núcleos urbanos, no en emplazamientos rurales. En suma, no hay motivos para considerar que los niveles sociales inferiores estaban más predispuestos para utilizar el formato códice.

 C.- Hipótesis de la opción deliberada al margen de ventajas prácticas y de consideraciones socioeconómicas.

Las insuficiencias de las anteriores hipótesis (aunque también seguramente tienen su parte de verdad) ha obligado a buscar otras explicaciones, que insisten en que se trata de una opción deliberada de los cristianos por motivos distintos de la pura ventaja práctica o económica.

Lo que está claro es que nos encontramos ante una preferencia generalizada que aparece ya en los primeros testimonios, por lo que se remonta a finales del siglo I y principios del siglo II. A partir de ello, lo que se considera que ocurrió es que debió existir en los primeros tiempos un primer uso del códice por parte de algunos cristianos con el prestigio o la autoridad necesaria para sentar un precedente que quiso ser luego imitado por los otros cristianos.

 A partir de esa idea inicial, que parece que es correcta, surgen distintas hipótesis. Según  algún autor, la explicación estaría en que el evangelio de Marcos tuvo por primer formato un libro de notas en pergamino (por las dos caras). Con ese formato llegaría a Egipto, y allí se siguió la costumbre de emplear el papiro en formato códice. Sin embargo, esta explicación no se basa en ningún testimonio concreto, y no se compadece con la preferencia que existió en los primeros siglos por los evangelios de Mateo y Juan.

 Otra explicación que se ha formulado es la de que existiría pronto en Jerusalén o Antioquía un centro cristiano con suficiente poder o autoridad para crear la practica de utilizar el formato códice. Pero tampoco existe prueba de ello.

 Algunos han pretendido encontrar la respuesta  en que el códice se extendió porque  permitía incluir en él los cuatro evangelios, lo que  no sería posible con el rollo. Sin embargo, los datos de los papiros más antiguos nos demuestran que primero surgieron los códices con un único evangelio, y sólo algo más tarde aparecieron ya los códices con varios evangelios. Luego esa no puede ser la explicación.

 Si las anteriores no son unas explicaciones lo suficientemente convincentes, ¿dónde encontrar ese hecho decisivo capaz de sentar un precedente que fue luego seguido por la tradición cristiana? Larry W. Hurtado, en su reciente obra Los primitivos papiros cristianos, se decanta a favor de la hipótesis según la cual una primitiva edición de las epístolas paulinas en formato de códice pudo haber sentado un precedente decisivo que determinó la subsiguiente adopción del códice por las comunidades cristianas.