Papiro P67

El Papiro P67

El papiro P67 se corresponde con un fragmento del Evangelio de Mateo, concretamente Mt 3,9.15; 5,20-22.25-28.

    Este papiro se conserva en Barcelona, en el fondo Roca-Puig de la Biblioteca de la Abadía de Monserrat.   El papiro se data a final del siglo II. 

    Según los especialistas, el papiro P67 podría está íntimamente ligado con el papiro P64.   Según parece, los papiros P64 y P67 se corresponden al mismo códice. Este códice, que tendría unas 90 páginas, contendría la totalidad del evangelio de Mateo.

    Algunos especialistas han sostenido también que los papiros P64 y P67 proceden del mismo códice que el papiro P4, que se conserva en París, y que contiene extensos pasajes de Lucas 1-6, así como también un fragmento que conserva el título del evangelio de Mateo. El papiro P4 fue adquirido en 1891 en Luxor, la misma ciudad donde fue comprado el papiro P64. En 1995 Philip Comfort examinó la relación entre estos tres papiros y concluyó que, si bien habían sido escritos por el mismo copista, no procedían del mismo códice. Sin embargo, otro especialista, T.C. Skeat, sostiene que los tres papiros se corresponden al mismo códice. Si esto fuese así, y aun tomando como fecha de estos papiros la de finales del siglo II, nos hallaríamos ante el códice más antiguo que incorporaría  los cuatro evangelios (aunque sólo se conserven fragmentos de Mateo y Lucas); hasta ahora el códice más antiguo con los cuatro evangelios sería el papiro P45, de alrededor del 250. Esto supondría que mucho antes de finales del siglo II la Iglesia reconoció ya la autoridad de los cuatro evangelios y comenzó a incorporar los mismos en un único códice.

El copista de este papiro escribía letras mayúsculas claras y perfectamente separadas. Por ello algunos consideran que este códice debió ser una verdadera edición de lujo. Una de las peculiaridades de este papiro, junto con el P64, es que está escrito a doble columna, lo que no es habitual. Esto es coherente con la calidad del texto: si se trata de una edición de lujo, el copista pudo haber elegido la doble columna  para reproducir la estética propia de los rollos literarios, que sí empleaban columnas.

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