La Sábana Santa: efectos de la flagelación

Según los evangelistas, Pilato ordenó que Jesús fuera azotado, antes de condenarlo a ser crucificado.
En la imagen superior vemos la reconstrucción de la forma en la que fue efectuada la flagelación.




Prácticamente todo el cuerpo del hombre de la Sábana está cubierto de una serie de heridas de pequeño tamaño, iguales y semejantes a pequeñas pesas de gimnasia de unos 3 centímetros de longitud. Son los efectos de la flagelación.
Las lesiones se localizan por todas partes, por delante y por detrás. Espalda, piernas, pecho, vientre, zona glútea y posiblemente también la región genital. Con plena seguridad tenemos ante nosotros en la Síndone las escalofriantes huellas de una flagelación romana infringida de forma cruel y sistemática.


En la imagen tenemos dibujado el “flagrum romano”, con el que se efectuaba la flagelación. Las lesiones múltiples que aparecen en el cuerpo del hombre de la Sábana se corresponden con el tamaño de las “pesitas” que formaban este látigo romano.

En la imagen podemos apreciar los efectos de la flagelación.
Según los científicos, de la imagen sindónica se extraen las siguientes conclusiones:
-La flagelación fue realizada por dos personas y los golpes se distribuyen en forma de abanico por todo el cuerpo de la víctima. Ambos verdugos eran diestros y descargaban sus golpes simultáneamente como a un metro de distancia del reo.
-El número de golpes recibidos asciende aproximadamente a unos 120.
-Durante la flagelación la postura del hombre debió ser encorvada, lo que se deduce de los estudios realizados por ordenador comprobando la angulación de los reguerillos de sangre.
La flagelación debió alterar todo el organismo repercutiendo enormemente en la situación del organismo ya maltrecha por los malos tratos recibidos.